Les soy honesta: no puedo creer que estoy escribiendo esto 🤯. Nunca pensé que iba a mantenerme constante con este passion project pero acá estoy, 1 año después para mostrarles los INCREÍBLES insights que saqué de pasar 365 días documentando mi estilo.
365flores fue un passion project que arranqué el 8 de Junio del 2022 donde me dediqué a documentar mi estilo durante 365 días seguidos (fallé unos cuantos, ya verán 😛 pero es parte del proceso). La idea era descubrir cuál era REALMENTE mi estilo porque después de unos cuantos años turbulentos (cambio de rubro profesional + pandemia) no tenía ni idea qué era lo que me gustaba y más me identificaba.
Fui maximalista y consumista toda mi vida, problemas que obviamente se exacerbaron cuando en 2014 tuve mi primer sueldo fijo en un trabajo formal. Me reía cuando me identificaba como una shopaholic y en una sola salida terminaba con 4 cajas de zapatos bajo el brazo.
Cuando me di cuenta que tenía este problema, había llegado a acumular 170 pares de zapatos y 600 prendas de indumentaria. Es obvio que no usaba todo eso. Pero se me fue tanto de control que sentí la necesidad de explorar con mi colección actual sin ir de shopping para adquirir prendas nuevas y ver qué pasaba.
Los resultados me sorprendieron aún más de lo que esperaba.
Cómo registré los datos del PP durante todo 1 año
El registro del passion project (PP a partir de ahora) pasó por dos herramientas principales: Tumblr y Stylebook app.
El registro de outfits lo comencé en Twitter e Instagram, pero como subía casi todos los días sentía que era demasiado spam para mi gusto, así que migré todo el registro visual a Tumblr, donde hoy van a poder encontrar todas las fotos que me saqué durante el PP. No pude ser muy constante con el ángulo ni los fondos como quería, pero lo más importante estaba que era yo usando el outfit 😛
El segundo lugar donde registré toda la data que van a ver a continuación fue Stylebook app. Lamento decirles que solo está para iOS 😟 y que la pagué USD4 (única vez, no es a base de suscripción). Lo que me gustó de esta app a diferencia de otras que estuve probando, fue que no había ninguna publicidad ni cartel molestándome. Entiendo que esto tiene que ver con el pago único, pero en las otras apps no solo había MUCHA publicidad en la versión gratuita, sino que eran más caras y a modo de suscripción mensual 🤌🏼 y dije no mi ciela. Así que si tienen iPhone GENIAL porque esta app para mi es la mejor y más completa de todas — yo tengo Android pero justo tengo un iPhone 6S viejito que para el objetivo me servía 🙂
Ahora, la hora de la verdad: consume muuuucho tiempo subir todo tu armario para poder sacar la data que saqué yo. En parte te sirve para dimensionar la magnitud del problema que tenés, o por otro lado para empezar a notar determinados patrones. Por ejemplo: tener muchas calzas negras, muchos jeans del mismo estilo y color, más remeras de las que te sentís cómodas de tener, etcétera.
Las herramientas que me resultaron muy útiles de la app fueron las siguientes:
El gráfico de colores que te permite visualizar fácilmente tu paleta de color actual
El conteo de items que hay en tu armario
Historial de usos
Las 50 prendas más (y menos) utilizadas
Hay cosas que la verdad mucho no usé porque para mi no son relevantes. Ejemplo: Yo la verdad que no logueé el costo del producto pues #ArgentinaYLaInflación haha pero sí se que a muchas personas les sirve para saber si están haciendo buen uso de su dinero. Tampoco puse de qué marca es cada prenda.
Estadísticas y reflexión
Acá viene la parte que me voló la cabeza. Dicen que los números no mienten y cuánta razón tenían al decirlo, porque mi percepción mental acerca de mi situación estaba completamente equivocada.
Arranqué pensando que usaba más o menos el 80% de mi armario (closet, placard, guardarropas, como lo llamen en sus respectivos países) y resulta que durante todo 1 año usé solamente el 43% de toda mi ropa. Eso es menos de la mitad, una real locura. 208 prendas que ni toqué para armar un outfit.
Dije bueno, ¡debe ser que esas prendas son las que no me van! Durante la pandemia aumenté bastante de peso y hay prendas que ya no me quedan y están esperando a otro cambio físico para poder ser utilizadas. Ilusamente pensaba que era más o menos la mitad de mi ropa la que no me entraba, pero contando cuidadosamente desde la app, tan solo el 10% no me entra, solo 52 prendas. Es decir que de esas 208 prendas que no usé en todo el año, solo 52 me son físicamente imposibles de usar. Hay otras 156 prendas que directamente no las elegí ni se me deben haber cruzado por la cabeza, una auténtica locura.
La buena noticia es que de los 243 outfits registados, solo el 9% no me gustó, el 90% restante sí (si ven que no da 100% es porque redondeé números para abajo o arriba así no habían números con decimales 😛). Esto me indica que tengo claro mi estilo y lo que me gusta, pero que todavía hay oportunidad para 1) descartar algunas de las prendas de esos outfits que no me gustaron, 2) descartar algunas de las 208 prendas que nunca usé.
La rueda de colores realmente no me sorprende. Hay mayoría de presencia de negro porque es un clásico y, por ejemplo, casi todo mi calzado es negro, y el resto de la paleta es de tonos tierra desaturados, como los colores que elegí para esta presentación 😂.
Top 10 outfits favoritos
Bueno, ya casi me da vergüenza la cantidad de veces que aparece el tartán en este top 10 😂. De nuevo, ninguna sorpresa por acá porque tengo bastante claro mi estilo.
Comodidad ante todo: calzado cómodo sin mucho taco, para andar durante varias horas. Prendas holgadas en su mayoría que no me restrinjan el movimiento y porque, para ser honesta, no me gusta mostrar demasiado mi cuerpo (no porque no me guste, sino porque soy una persona algo pudorosa).
Mucha presencia de texturas, estampados y, por supuesto, tartán: esto de que siempre vaya con estampados no es ninguna novedad. Siempre fui de andar estampada por la vida, aunque ahora me siento mucho más madura en la forma en que combino los estampados para no llamar demasiado la atención. De nuevo, no es que haya nada de malo en llamar la atención, pero prefiero bajarle el tono a mis outfits en esta etapa de mi vida. Puede que tenga que ver con el minimalismo y la vida simple — no creo que vaya a cambiar mi estilo a todo liso en tonos beige, blanco y negro, pero sí que en estos últimos años noté como mi estilo se fue moderando en este aspecto. Ya no es tan ecléctico como antes y me gusta. Es como una Flor evolucionada 🙂
Hay un claro uso de medias intencional en casi todos los looks: Este fue el año donde de hecho me comprometí a usar más toda la colección de medias que tengo. ¡Son todas demasiado lindas como para tan solo dejarlas guardadas!
La dualidad delicada tipo muñeca y la denim urbana no dejan de estar presentes: Esto ya lo llamo herencia familiar hahaha la onda muñeca, girly y llena de volados es muy del estilo de mi abuela, mientras que las remeras estampadas, el jean y las zapas son muy de la onda de mi mamá, 2 mujeres que influenciaron muchísimo mi estilo.
Flop 10 outfits que NO me gustaron
En este flop 10 me gustaría detenerme en cada outfit en particular para explicar por qué forma parte de los 10 looks que menos me gustaron.
Fila de arriba, de izquierda a derecha:
Look con cardigan tartán: si, ya se, es tartán lo que hay en este look, pero hay algo, un nosequé que no me cierra. Es muy probable que sea porque no me gusta cómo se me mi cuerpo en esta combinación, pero no me gusta. El jean tampoco es de los más cómodos, son de los típicos que se te bajan todo el tiempo si no usás cinturón (y yo no uso).
Look con remera de Sailor Moon: con la remera todo bien (es Usagi, obvio que está todo bien), pero ese sweater ya está colmándome la paciencia. Es de tejido abierto ideal para ir a la playa, lugar al que NUNCA voy, ¿para qué lo tengo? Si, es lindo, todo lo que quieras, pero nunca me hace sentir bien.
Look con camisa y calza: siii…. no, definitivamente no. La camisa debajo del sweater puede andar, pero no con calzas. No tengo idea qué estaba pensando. Probablemente lo que pasó fue que ningún jean me iba cómodo y dije, ya fue sale calzas. Pero fue un miss total. No volvería a repetir la combinación.
Look de vestido amarillo: esto pasa cuando el vestido tiene cinto y flasheás no usarlo. La forma del vestido es demasiado tubular como para no ajustarlo a la cintura. Si fuera un corte A lo entiendo, pero en este caso no funciona. La próxima, se ajusta el cinto.
Look con short y musculosa. Estas blusitas holgadas veraniegas serán frescas pero a mi no me sientan bien. Me siento como un perchero al que le tiraron un pedazo de tela encima. Y encima no es que solamente me disgusta ahora que tengo 10kg más de los que me sientan cómoda. No. Con esos 10kg menos sigue quedándome de una forma que no me hace sentir bien.
Fila de abajo, de izquierda a derecha:
Look con remera off-shoulder: Ya wey, está quedando más que claro que las blusas o remeras fuera del pantalón/short/falda no me hacen sentir bien. Y tampoco estoy muy segura de si lo off-shoulder en esta prenda me favorece. Seguiré probando el próximo verano otras opciones, y si no, se descartará.
Look con calza brishosa: con este look descubrí, o mejor dicho acepté, que prefiero las calzas de algodón y lycra. Las que son 100% lycra brillan demasiado y… cómo decirlo sin que suene feo… agarran olorcito muy rápido 👀.
Look con buzo de flores, estilo deportivo: definitivamente dejaré la ropa deportiva para eso, hacer deporte hahaha.
Look con polera verde y falda tartán: ¿me pueden explicar que estaba pensando? Me puse todos los colores en este look y ni siquiera funcionan bien juntos. Nunca más.
Look con campera verde militar: ese camperón es todo lo que está bien, pero lo que no está bien es que me abuuuurroooooo~ alguien que llame al parque de diversiones, ¡porque me deprimo! Claramente esto de usar todo liso y sin texturas no es lo mío. No volveré a repetir.
Conclusiones finales
En niveles generales, me di cuenta que la cantidad de cosas que uno usa no suelen ser tantas como uno cree. Al final todo es un gran engaño de nuestros cerebros que distorcionan nuestra percepción de la realidad ya sea para protegernos o para justificar nuestras acciones y decisiones.
La verdad es que con un armario de unas 250 prendas yo, una persona creativa que no quiere verse igual tooodos los días, estoy más que bien. Fíjense que más o menos fue la mitad de cosas las que no usé, y puedo asegurarles que no solo me sentí genial durante todo el año sino que también tuve bastante variedad en los outfits que fui usando.
Otro gran descubrimiento fue el de la comodidad como algo ya bastante determinante. Hace un par de semanas le dije adiós como a 10 pares de zapatos de taco con los cuales no podía caminar ni 10 cuadras.
En lineas generales, este proyecto me hizo darme cuenta que hasta para una persona que necesita variedad como yo no es necesario tener TANTO. Parar un poco la pelota y ponerme a registrar durante 1 año no solo me reveló mi estilo sino también la caradurez con la que justificaba cada nueva compra como algo necesario cuando no era la realidad.
A futuro
No tengo planeado descartar por el momento por varias razones: Por un lado, tengo un par de prendas que no me entran y quisiera ver qué pasará con el uso que les de una vez me entren (ya que tengo tendencia a fluctuar de peso, se a ciencia cierta que voy a volver a usarlas). Por el otro, todavía estoy en proceso de redescubrir la ropa que voy a empezar a usar más seguido en la oficina — ¿quizá sea este el inicio de otro passion project? 🤔
Y después, pasando a otros objetivos más puntuales:
Usar más mis medias — siento que pueden aportar textura a los looks más básicos.
Priorizar aún más la comodidad y elegir prendas que me permitan moverme libremente.
No volver a comprar absolutamente nada que tenga un taco de más de 3cm.
Usar más uniformes — habiendo identificado los combos de prendas más usuales.
Gracias por leer si llegaste hasta acá ♥ Espero que este experimento te resuene de algún modo :)
Flor.